Piense en cuánto se expone al sonido a lo largo del día. La forma más sencilla de empezar a proteger su audición consiste en limitar el tiempo que expone sus oídos a ruidos fuertes. Pero también hay otros métodos:
Piense en cuánto se expone al sonido a lo largo del día. La forma más sencilla de empezar a proteger su audición consiste en limitar el tiempo que expone sus oídos a ruidos fuertes. Pero también hay otros métodos:
Aléjese
Permanezca lo más alejado posible de la fuentes de ruido. Cuando un sonido sea demasiado fuerte, aléjese.
Baje el volumen
En casa, baje el volumen de la televisión, la radio, el equipo de música o el reproductor de MP3. Reduzca el número de aparatos ruidosos que tiene encendidos a la vez. Compre productos más silenciosos (compare los decibelios que emiten; cuantos menos, mejor).
Tápese los oídos
Utilice protección para los oídos siempre que sea posible. Si se expone de forma repentina a un ruido fuerte (como un martillo eléctrico), tápese las orejas con las manos o introduzca un dedo en cada uno de los conductos auditivos.